La
interdiscursividad se
encuentra presente en las obras elegidas, puesto que la escultura dialoga
directamente con la literatura y la música supone una evocación onírica del
amor; tema ampliamente recogido por la literatura y las demás artes. La
elección de la escultura se debe a que tuve la oportunidad de ver su belleza durante
un viaje a Edimburgo en 2013 y, por supuesto, a su estrecha relación con la
literatura.
Para esta actividad he elegido El beso de Rodin y Sueño
de amor de Franz Liszt.
A Liszt se le atribuye la creación del poema sinfónico, que es una obra programática para orquesta que consta generalmente de un único movimiento. La intención del poema sinfónico es evocar ideas extramusicales, como pueden ser una obra teatral, un poema, una pintura u obras de la naturaleza.
Liebestraum es una serie de tres obras para
piano publicadas en 1850. Fueron concebidos como canciones sobre poemas de
Ludwig Uhland y Ferdinand Freiligrath.
La pieza musical ha
trascendido a otras artes: cine, videojuegos e incluso animes. Por
citar algunas, diremos que el Liebestraum n.º 3 (más conocido como Sueño
de amor) aparece en dos ocasiones en la película Eva al desnudo. También
comparte título con una película que retrata la vida del compositor húngaro; esta película, de 1960, fue ganadora del Oscar a la mejor banda sonora. Además, aparece en el videojuego Haunting
Ground (una vez pasado, en una sala de contenido extra) y en el anime Kin'iro
no corda (interpretada, en La bemol, por Ryotaro Tsuchiura).
El beso de Rodin, como hemos mencionado, tiene
una vinculación directa con la literatura; la historia de ese beso ha ido rebotando
en diversas obras literarias a lo largo del tiempo. Por ejemplo, tenemos la
“Rima XXIX” de Bécquer; en ella los enamorados leen el Infierno de Dante y debido
a ese momento íntimo de lectura compartida surge un beso. Otra alusión al beso de
Paolo y Francesca lo hallamos de forma tácita en el poema de Borges “Los
justos”. El poema nos dice que “una mujer y hombre que leen los tercetos
finales de cierto canto” son los que salvarán el mundo.
El beso de Rodin fue creado para formar parte de La
puerta del Infierno (escultura creada por el artista francés Auguste Rodin,
con la colaboración de la escultora francesa Camille Claudel).
Las dimensiones de La
puerta del Infierno son de 6,35 metros de alto, 4 de ancho y 1 metro de
profundidad. La escultura de la puerta debía contener bajorrelieves que
representasen la Divina Comedia de Dante. El beso fue, durante un
tiempo, uno de esos bajorrelieves, por lo que su tamaño inicial era mucho menor
y fue esculpido en bronce. Las versiones posteriores son de mármol y tienen un
gran tamaño.
La obra fue un encargo
del gobierno francés (1880) y sería colocada como entrada en el Museo de Artes
Decorativas de París.
El beso representa a Paolo Malatesta y a
Francesca da Rimini, personajes del Medievo. Su historia es narrada por Dante
en la Divina Comedia. Los cuñados son sorprendidos
por Giovanni Malatesta, marido de
Francesca y hermano de Paolo, mientras se
besaban, lo que propició que este, cegado por los celos y la traición, los
asesinase.
La escultura apareció por primera vez en La puerta del Infierno, pero posteriormente se quitó y se sustituyó por la obra Paolo y Francesca, en la que los amantes ya se encuentran en el segundo círculo del Infierno de Dante.
Paolo y Francesca en
La puerta del Infierno
La sustitución de El
beso no tuvo explicación por parte del autor, pero es posible pensar que
resultaba demasiado bella para encajar con la desolación y desesperanza que se
refleja en La puerta del Infierno.
Personalmente, creo que la historia de Paolo y Francesca es una de las historias más bellas que recoge la obra de Dante y, posiblemente, la literatura en general.
M. Blay.
Música: https://www.youtube.com/watch?v=KpOtuoHL45Y
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